El día martes 14 de Septiembre pudimos ver cómo, a través de un extracto en el Diario Oficial, el Ministerio de Medioambiente ratificaba el fallo del comité de impacto medioambiental – El cual fue conformado en su totalidad por funcionarios de gobierno y el propio Delegado Presidencial – y daba paso a la etapa siguiente en el proceso, invitando a quienes han opuesto observaciones a dicho proyecto de Iron Andes Spa. y que sentían que dichas observaciones no habían sido recogidas durante la fase anterior; a enviar dichas reclamaciones a la instancia siguiente por parte del ejecutivo en esta materia: El comité de Ministros.
El proyecto Dominga ha sido, desde su génesis, la suma de acciones erráticas tanto por parte de la empresa que pretende realizar el proyecto, como así también del Gobierno. La insistencia, a pesar de existir recursos de Casación aún en la Corte Suprema; la extrema mediatización y campaña por parte de Iron Andes; la premura del actual gobierno en intentar legitimar el proceso, sólo nos indican una cosa: el tiempo al Gobierno actual se le está agotando.

Y es que la instancia del Comité de Ministros es clave en la eventual luz verde a un proyecto que incluso según especialistas del área minera carece del financiamiento adecuado y además de la rentabilidad económica base para una inversión de tal envergadura y de tan alto impacto ambiental. El tiempo se le acaba al ejecutivo, pues según diversos análisis es muy difícil que la conformación del comité de Ministros pueda realizarse antes de que termine el periodo de Piñera, lo que hace aún más relevante la próxima elección presidencial. Dicho de otro modo, pareciera que en Noviembre también elegimos en la zona el futuro (O el final) del proyecto Dominga en nuestra Región de Coquimbo.
A pesar de lo anterior, es importante que desde las organizaciones ambientales y también desde todo tipo de organización civil existente en la zona, se utilicen todos los espacios de reclamación – los cuales contarán con nuestra acción y apoyo técnico – para así no solamente lograr detener Dominga, sino definitivamente ponerle fin a un proyecto que carece de legitimidad no sólo por su nefasto impacto en ecosistemas únicos en el mundo, sino también que está envuelto en un manto de duda sobre su objetivo final en materia de producción y que parece a todas luces un intento desesperado de inversión que a la fecha ni siquiera ha sido capaz de convencer a inversionistas serios del área minera.
Seguiremos atentos a cada avance – forzoso como los que hemos visto – de parte del Gobierno, para así no dejar ninguna arista que permita a Andes Iron comenzar con la implementación y construcción de Dominga, pues sabemos que el daño será irreparable, y que las futuras generaciones, incluso más que nosotros, sufrirán sus consecuencias.
Carolina Tello
Abogada, Candidata a Diputada Distrito 5




